Valiente juventud

A sus 34 años, Emmanuel Farías Camarero destaca en el derecho penal y constitucional; representa a enfermos que demandan tratamiento de cannabis en BC.

NOTA

Redacción “El Abogado de Hoy”

7/15/20255 min read

Con la ley en la mano, Emmanuel Farías Camarero defiende el derecho a la salud que reclama un grupo de pacientes que requiere tratamiento de cannabis en Baja California


Tijuana, BC.- A su corta edad, Emmanuel Farías Camarero, sabe lo que es enfrentar al poder político con la ley en la mano para defender el derecho a la salud que reclaman tratamiento de cannabis en Baja California.

Emmanuel Farías Camarero, abogado originario del puerto de Veracruz, encontró en Tijuana el escenario perfecto para consolidar su carrera profesional. A sus 34 años, este jurista ha enfrentado retos que lo han llevado a destacar en el ámbito del derecho penal y constitucional, siempre con un enfoque en la justicia social.

Farías llegó a la ciudad fronteriza a los 5 años, acompañado de su familia. Su padre, Gilberto Farías Morales, un abogado reconocido que fundó la primera barra de abogados en Veracruz, decidió mudarse a Tijuana en busca de mejores oportunidades laborales.

Aunque falleció hace tiempo, su legado como jurista influyó profundamente en la vida de Emmanuel, quien es el menor de cuatro hermanos. En su familia, la abogacía es una tradición: dos de sus hermanas también ejercen esta profesión.

Emanuel cursó la licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Baja California. Desde entonces, su trayectoria profesional ha sido diversa y enriquecedora.

“Estudié la licenciatura en la Universidad Autónoma de Baja California, posteriormente hice un diplomado en el Sistema Penal Acusatorio, después decidí ya hacer como tal un posgrado, el primero en materia de amparo que fue lo que, pues digamos, en mi ejercicio profesional vi constantemente el juicio de amparo y ya después hago una maestría en Derecho Penal.

Inició como funcionario público federal, desempeñándose en un juzgado de procesos penales federales, y posteriormente colaboró con organizaciones de la sociedad civil que trabajan en temas de derechos de migrantes y acceso a la salud.

“Mi padre siempre me enseñó que el Derecho tiene esa posibilidad de poder enmendar las grietas sociales, entonces encontré esa oportunidad de poder darle un significado digamos un poco más de impacto social a mi ejercicio profesional, trabajar con ONG´s propiamente una de ellas en cuestiones de migrantes, derechos de migrantes y posteriormente ya una enfocada al tema del derecho a la salud de un grupo de personas, pacientes, pacientes, usuarios de cannabis con fines médicos”.

Uno de los mayores retos que ha enfrentado Farías como abogado es lidiar con la ambigüedad de criterios jurídicos. Según explicó, cada juzgador puede interpretar la ley de manera distinta, lo que complica la obtención de resoluciones uniformes.

Sin embargo, considera que su experiencia en juicios de amparo, un mecanismo clave para la protección de derechos humanos en México, le ha permitido contribuir a la justicia, aunque reconoce que este recurso sigue siendo inaccesible para muchos debido a su complejidad técnica.

“El juicio de amparo sin duda ha sido el mecanismo de protección de derechos humanos por autonomasia, esto quiere decir que las personas van a recurrir a esta figura constitucional cuando consideran que una autoridad está violando un derecho humano, desafortunadamente el juicio de amparo también ha pecado de ser excesivamente técnico”.

Uso medicinal del cannabis

En los últimos años, Emmanuel Farías se ha vinculado estrechamente con casos relacionados con el uso medicinal del cannabis en Baja California. Desde 2019, representa legalmente a un grupo de pacientes que buscan acceso a estos tratamientos.

A pesar de contar con sentencias favorables, las autoridades han mostrado resistencia para ejecutar dichas resoluciones, lo que ha llevado al abogado a librar una constante batalla legal.

“Desde 2019 la justicia federal, específicamente, concedió una protección a todas las personas en donde ordenó a la Secretaría de Salud que, en aras de proteger su derecho a la salud, les garantizara el acceso a un tratamiento específicamente con esa sustancia, cannabis con fines médicos”.

“El detalle es que a partir de esa resolución entra una fase de ejecución en donde las autoridades ya están obligadas a cumplir con esa sentencia y es donde empezó esta resistencia política”.

El abogado planteó que los argumentos dado por la autoridad estatal en Baja California una vez sometidos a la decisión de un tribunal superior fueron desestimados, el primero que fue de la Secretaría de Salud que tenía al frente a Alonso Pérez Rico durante la administración del ex gobernador Jaime Bonilla, fue que era una cuestión de competencia federal y que el Estado no podía tener esas atribuciones.

“Argumentamos que la propia Ley General de Salud establece un sistema de competencias concurrentes, es decir, tanto la federación como los estados pueden tener una coordinación para cumplir”.

Posteriormente, agregó, el Gobierno estatal argumentó que sí lo podían hacer, pero que esos tratamientos no estaban en el cuadro básico.

“Un tribunal, gracias a que lo impugnamos ese argumento, ese pretexto, un tribunal dijo que no era válido, y que, si el tratamiento no está en el territorio nacional, las autoridades tendrán que hacer las gestiones necesarias, lo que implicaría la importación de estos tratamientos”.

“Cada vez más ponen pretextos para no materializar esa protección del derecho a la salud”, subrayó.

Farías también tuvo la oportunidad de participar en proyectos de Naciones Unidas relacionados con la justicia penal, experiencia que califica como uno de los momentos más desafiantes y satisfactorios de su carrera. Durante su tiempo en estos proyectos, capacitó a operadores de justicia y contribuyó al diagnóstico y mejoramiento del sistema penal en México.

Consolidando su legado como abogado

Con una visión centrada en los valores y la ética, Emanuel Farías Camarero sigue consolidando su legado como un abogado comprometido con la defensa de los derechos humanos y la justicia social. Su pasión por el derecho trasciende las leyes escritas, buscando siempre generar un impacto positivo en la sociedad.

Su juventud ha generado cierto escepticismo entre quienes buscan representación legal. Sin embargo, Farías ha demostrado que los resultados y la conducta profesional son los verdaderos elementos que consolidan la confianza.

“Muchas personas que han confiado en mí son mayores, incluso me doblan o triplican en edad. Más allá de la experiencia, lo que buscan es alguien que inspire confianza, y eso, al final del día, es el verdadero capital de un abogado”, explicó.

Su compromiso con la justicia quedó reafirmado en un caso reciente que lo conmovió profundamente. Una mujer con lupus, enfermedad degenerativa que derivó en cáncer digestivo, llegó a su despacho en busca de ayuda. Tras meses sin recibir el estudio médico necesario en el IMSS, debido a la falta de equipo funcional, Farías decidió representarla de manera gratuita. Utilizando su experiencia en juicios de amparo, logró obtener una sentencia de protección que obligó a las autoridades a garantizar su derecho a la salud.

“Este caso me recuerda que el ejercicio del derecho no solo puede aliviar el sufrimiento individual, sino también contribuir a mejorar la sociedad en general”, señaló.

Además de su labor en materia penal y constitucional, Farías ha dedicado gran parte de su carrera reciente a casos relacionados con el derecho a la salud. Su formación le permite abordar temas más allá de los códigos legales, enfocándose en la aplicación práctica de los derechos humanos establecidos en la Constitución y tratados internacionales.

Actualmente, forma parte del Despacho Farías Camarero, un bufete familiar donde trabaja junto a su hermana, quien se especializa en derecho familiar. Emanuel, por su parte, lidera las áreas penal y constitucional, manteniendo como eje central de su práctica la defensa de los derechos humanos.